José Venturelli Eade

José Venturelli Eade (1924-1988) fue un prolífico artista ítalo chileno. Se dedicó a la pintura, dibujo, diseño escenográfico siendo considerado un referente para la gráfica y muralismo chileno. Reconocido por su gran compromiso y lucha por la defensa de los derechos humanos, su legado esta presente en países como: China, Cuba, Alemania, Suiza, Venezuela y Chile.

“..La creación artística es una forma de combate en la transformación de nuestro materiales, de nuestras ideas, de nosotros mismos. Es una forma de lucha”. José Venturelli

Nació en Santiago el 25 de marzo de 1924. Hijo de un ingeniero exiliado italiano que apoyó el nacimiento del socialismo en su patria, siguió las convicciones políticas de su padre que lo llevaron desde joven a adherir y apoyar los movimientos revolucionarios contra el fascismo en Sudamérica, siguiendo los pasos de muchos intelectuales de la época. Su educación escolar la realizó en el Instituto Nacional para posteriormente ingresar a los talleres vespertinos de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile a los 14 años. Realizó estudios de gráfica en el taller de Francisco Parada y de Marco Bontá, y más tarde continuó sus estudios de arte como alumno regular de la Escuela, asistiendo al curso de Pintura Mural de Laureano Guevara. En forma paralela se recibió de Bachiller en Ciencias Biológicas, hizo estudios en botánica y participó en la creación del Herbario Nacional.

“Venturelli les agregó a mis poemas sus estampas conmovedoras. Retrató al conquistador con la cruz y el cuchillo, al pequeño indio andino, al húsar heroico, a los huelguistas ametrallados. Y dibujó también las efigies locas de mi poesía.” Pablo Neruda

En sus inicios y siendo aún adolescente, trabajó junto al artista mexicano David Alfaro Siqueiros en la realización del mural de la Escuela México de Chillán cuando éste visitaba Chile en 1940 en una misión cultural. La tuberculosis que contrajo a los 17 años no fue impedimento para que Venturelli se convirtiera en un artista viajero, realizador de una obra prolífica y de gran fuerza interpretativa.

A principios de los años cuarenta, obtuvo una beca para estudiar en Brasil donde realizó sus primeras exposiciones individuales y donde recibió las enseñanzas de Cándido Portinari. Al volver a Chile creó las ilustraciones para la edición clandestina del “Canto General” y “Alturas de Machu Picchu” del Premio Nobel de Literatura Pablo Neruda. Asimismo elaboró las escenografías para diversas obras teatrales del Teatro Experimental de la Universidad de Chile.

En 1950 viajó a México, luego a Europa. En Alemania prepara la sección latinoamericana de la Internationale Kunstausstellung en la Deutsche Akademie der Künste, para posteriormente viajar a China donde participa en la Confederación por la Paz para los países del Asia y el Pacífico, ejecutando un mural en la sede del Movimiento por la Paz en apoyo a Corea.

En China, sería el primer chileno invitado a ese país, donde establecería amistad con el Primer Ministro Zhou Enlai y de importantes artistas chinos como Yu Feng, Ai Ching llegando a participar de un taller colectivo dirigido por uno de los artistas chinos modernos más relevantes del siglo XX, Qi Baishi. Asimismo, fue profesor en la prestigiosa Academia Central de Bellas Artes (CAFA) de dicho país. Destaca su participación como precursor en gestar los primeros encuentros culturales y diplomáticos que serían los cimientos de las relaciones bilaterales entre China y Chile.

Posteriormente, llega a Cuba en 1961 donde colaboró con el Consejo Cultural, la creación del Taller Experimental de Gráfica y asumió grandes proyectos como los murales para el Ministerio de Salud Pública en homenaje a Camilo Cienfuegos y en el Salón de la Solidaridad para el Hotel Habana Libre. De esa época destaca su gran amistad con el líder guerrillero Ernesto “Che” Guevara.

En 1974 se exilió en Ginebra, Suiza donde desarrolló proyectos artísticos de gran envergadura como los vitrales para la Iglesia de la Madeleine y el mural en mosaico de 125 m2 para L’ École de Balexert. Llevó a cabo importantes exposiciones y afiches para organizaciones internacionales como UNICEF, OIT entre otros. Desde 1986, visitó Chile en reiteradas ocasiones con el fin de conservar el contacto con su país y su familia. En 1988, fallece en China mientras preparaba su regreso definitivo a Chile. El 18 de octubre del mismo año, sus restos fueron enterrados en el Cementerio General de Santiago, Chile.

Si no poseyese esa gracia buída y sagaz de dar con el acento de la amargura y de la esperanza, quedaría a la mitad del camino y no sería Venturelli, como es, un extraordinario historiador de su tiempo“. Juan Marinello